Experiencias de dinamización de los modelos de negocio internacional Así las cosas, si bien la calificación del Programa 3E no radica en los resultados positivos respecto del incremento de las exportaciones del país, sí es su objetivo lograr, a través de la evaluación, el mejoramiento y la innovación en las empresas colombianas, una mayor inserción de la producción nacional en los mercados internacionales. En consecuencia, es útil revisar qué ha pasado con las exportaciones colombianas en los últimos años. Desde el 2013 se han dado descensos continuos en las ventas externas de Colombia, de manera que en el año 2015 estas llegaron a un total de »¼ 35.690,8 millones, con una caída del 34.9% respecto a 2014 (¼¸, 2016). Las cifras evidencian un descenso del 47.1% en las exportaciones del sector de productos minero-energéticos, así como en el sector de exportaciones de manufacturas (11%), en el de productos agropecuarios (31%) y en otros sectores (5.6%) (¼¸, 2016). Sin embargo, las expectativas creadas por el aumento del dólar en las exportaciones no tradicionales muestran una realidad diferente. En este sentido, el exministro de Comercio Exterior, y consultor del Programa Empresas de Excelencia Exportadora, Carlos Ronderos Torres, explica que son varias las razones necesarias para comprender esta situación. Una primera razón hace referencia a que la tasa de cambio no es una garantía para obtener una mejor posición en el mercado ya que lo que único que produce es más ingresos a los exportadores. Por ejemplo, en el caso de las exportaciones de flores, dice que “el precio internacional del tallo que se vende en el mercado es uno y la devaluación no lo va a hacer más caro o más barato, sino que simplemente les va a generar unas mayores utilidades a los exportadores” (Cortesía Ronderos & Cárdenas, 2015a); y respecto del café señala que “el precio está determinado por un valor en bolsa, por lo que el cafetero va a recibir más pesos, pero no hay ninguna razón para que eso lo lleve a exportar más” (Cortesía Ronderos & Cárdenas, 2015a). No obstante, hace notar que Donde puede tener algún impacto es en las ventas de productos no tradicionales, pero que vayan a mercados que se hayan devaluado menos que nosotros. Porque si va al brasileño, con una devaluación mayor que Colombia o a México, con una inferior a la nuestra, pero que es alta, y donde no nos hemos ganado todo ese margen de competitividad. Es decir, depende del mercado al que vayan (Cortesía Ronderos & Cárdenas, 2015a). La segunda razón que presenta se orienta a la necesidad de los empresarios de desarrollar nuevos productos. Al respecto agrega: 83
Programa 3E - Instrumento innovador de política pública
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